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Ciencia Espacial
Informe MER
6
de Septiembre de 2004.
Habiendo
sobrepasado con creces los tres meses de vida útil mínima prevista, los
dos robots de la NASA sobre la superficie de Marte se enfrentan a ciclos
diurnos cada vez más cortos y peores condiciones de iluminación. Sin
embargo, los controladores siguen operando sus sistemas y esperan
continuar haciéndolo durante el máximo tiempo posible.
En la jornada 190 (Sol 190) de su estancia en Marte, el robot Spirit se
movió 13 metros utilizando cinco de sus seis ruedas. La rueda delantera
derecha posee una lubricación deficiente que ocasiona un consumo
energético superior a lo normal. La técnica de evolucionar “a cinco
ruedas” implica una menor precisión en los movimientos, y hay que
emplear pistas visuales para estimar mejor la posición final del
vehículo. Para aumentar dicha precisión, los controladores vuelven a
utilizar las seis ruedas, pero sólo durante cortos períodos de tiempo.
Tras tomar varias imágenes microscópicas del suelo y utilizar el
espectrómetro Mössbauer, en Sol 191, el Spirit volvió a avanzar 10
metros más hacia el norte. Lo hizo “marcha atrás”, arrastrando la rueda
defectuosa. Al día siguiente giró un poco hacia el este y se movió 17
metros en dirección a un afloramiento rocoso, sobre el cual quedó
detenido. Desafortunadamente, la inclinación de la zona dejó al robot
con una mala iluminación solar sobre sus paneles solares y la cantidad
de energía disponible se resintió mucho. Hubo que esperar al Sol 193
para proseguir las observaciones, después de las cuales el vehículo
adoptó una posición que le permitiese utilizar su herramienta de
abrasión sobre el punto “Wooly-Patch” y mejorar también su ángulo
respecto al Sol.
Entre Sol 194 y 197, el Spirit exploró “Wooly-Patch”, en particular dos
objetivos llamados “Sabre” y “Mastodon”. En Sol 195, la herramienta de
abrasión funcionó durante dos horas sobre “Sabre” y obtuvo un agujero
sorprendentemente profundo, lo que indica que la roca es más blanda que
otras vistas con anterioridad. La zona fue inspeccionada después con los
demás instrumentos.
En Sol 198, se practicó otro agujero, esta vez en “Mastodon”, que fue
examinado durante Sol 199 y 200. Al final de esta última jornada, el
Spirit realizó algunas fotografías y se movió 16 metros con seis ruedas,
en busca de una inclinación del terreno más favorable.
En Sol 201, el robot fue conducido 30 metros a través de suelo bastante
inclinado (25,6 grados, superior al límite máximo). Al día siguiente,
continuó ascendiendo, esta vez en una pendiente de 32 grados a través de
25,5 metros. Las imágenes enviadas no revelaron afloramientos rocosos
así que se decidió continuar hacia arriba en Sol 203. Todo fue bien (19
metros) hasta que penetró en un pequeño desnivel que le dejó inclinado
15 grados hacia el sudoeste. La energía disponible quedó muy reducida y
el robot sólo avanzó 0,25 metros en Sol 204.
Los próximos días tendrían como prioridad la recarga de las baterías y
avanzar hacia el afloramiento rocoso “Clovis”. En Sol 205, el Spirit
intentó llegar hasta él pero la arena le hizo resbalar y se quedó a
corta distancia. En la siguiente jornada, incluso se quedó más lejos de
lo que había estado, con índices de deslizamiento de hasta el 125 por
ciento. Ese mismo día, un problema en el software interno impidió el uso
del espectrómetro térmico y el mástil de la cámara. Así pues, Sol 207
sería una jornada de recuperación. No se usaron los instrumentos
mientras se examinaban los programas afectados, y se aprovechó para
realizar un experimento de comunicaciones. En Sol 208, la sonda europea
Mars Express fue capaz de retransmitir con éxito datos procedentes del
Spirit hacia la Tierra. También se ordenó al robot que se moviera 7,5
metros hacia Clovis, usando una ruta alternativa.
Durante nueve Sols consecutivos, Clovis sería el objetivo casi exclusivo
del Spirit. En ese tiempo, empleó todos sus instrumentos sobre la que
parece la roca más alterada encontrada hasta la fecha. Se halla unos 55
metros por encima del punto de aterrizaje (a 3 km de distancia). También
continuaron las pruebas de comunicaciones con la sonda Mars Express.
En Sol 209, el software de vuelo del robot se reinicializó de forma
inesperada. Existe un “bug” en el sistema que los especialistas están
tratando de solucionar. Al día siguiente, el Spirit se movió hacia
Clovis y se situó correctamente para las investigaciones. Por ejemplo,
limpió la zona “Plano” y la examinó con los espectrómetros, para después
practicar un agujero de 8,9 mm en ella, un nuevo récord. La exploración
se prolongó varios días.
Entre Sol 219 y 223, el Spirit completó sus observaciones científicas en
“Clovis”. Ya en Sol 224, los controladores se mostraron preocupados por
el bajo estado de carga de sus baterías, así que el vehículo se apagó
para recargarlas. Antes de retirarse, la herramienta de abrasión dibujó
siete círculos en la roca, parecidos a los anillos olímpicos. Luego los
examinó con el instrumental y retrocedió un metro.
Entre los Sols 226 y 229, el Spirit se ocupó de una roca llamada
“Ebenezer”, a unos 8 metros de “Clovis” y en una posición energética
favorable. En Sol 230, usó la herramienta de abrasión para limpiar un
punto de la roca y después aplicó el espectrómetro de rayos-X sobre él.
Al día siguiente se practicó un agujero en el mismo lugar.
El hermano gemelo del Spirit, el Opportunity, se halla en el interior
del cráter Endurance, y por tanto sus movimientos han sido mínimos
durante las últimas semanas.
En Sol 171, se encontraba a unos 11 metros de su borde, moviéndose
lentamente 3,7 metros hacia “Razorback”, una fractura vertical en el
lecho rocoso que podría contener depósitos de sedimentos. El plan
consistía en hacer un seguimiento de la fractura a lo largo del cráter,
al menos durante unos 7 metros. Los movimientos, sin embargo, eran
difíciles por el deslizamiento de las ruedas, a veces inesperado, lo que
en Sol 171 le llevó más lejos de lo previsto. El vehículo quedó muy
cerca de una roca llamada “Arnold Ziffel”, aparentemente distinta a su
entorno.
Esta roca fue el objetivo durante varios días, hasta Sol 174. Al día
siguiente, el Opportunity retrocedió un poco para fotografiar los
resultados de su trabajo, y luego prosiguió con su descenso. Hasta Sol
176, el robot permaneció aletargado para ahorrar energía. A
continuación, avanzó hacia un objetivo llamado “Diamons Jenness” y se
preparó para realizar un agujero en él, que resultó ser de tan sólo 2 mm
de profundidad. Hubo que repetir pues el orificio hasta los 5 mm. Los
espectrómetros lo examinaron en Sol 178 y 179.
En Sol 180, el Opportunity celebraba haber duplicado sus 90 días
marcianos de vida mínima. Retrocedió 1,5 metros y avanzó 0,5 metros
hacia la derecha de su posición primitiva, para adoptar una posición
favorable para fotografiar “Diamons Jenness” y proseguir el descenso.
Entre Sol 181 y 185, el vehículo continuó su investigación de la región
llamada “Karatepe”, dentro del cráter Endurance, en particular del
objetivo “Mackenzie”, que fue perforado y examinado. Los científicos
pronosticaron que la exploración de un objetivo llamado “Tuktoyuktuk”,
en el área “Inuvik”, sería la última en la citada región. La meta sería
ahora una travesía hacia otros afloramientos rocosos del cráter, quizá
los llamados “Artic Islands” y “Burns Cliff”, a unos 80 metros de
distancia.
El principal problema seguía siendo el deslizamiento de las ruedas sobre
el suelo resbaladizo, además de otros fallos menores en los sistemas. La
cámara microscópica, por ejemplo, mostraba mensajes de error que obliga
a reenviar los datos. Las cámaras frontales también debían ser
revisadas, ya que provocaban errores en la posición de los instrumentos
de hasta 2 cm.
Después de examinar la roca “Mackenzie”, el Opportunity avanzó 8 metros
hacia “Inuvik”, con grandes dosis de deslizamiento. En Sol 186, se
realizaron imágenes microscópicas de “Tuktoyuktuk” y se perforó un
agujero de 7,7 mm en este objetivo, que después sería examinado con los
espectrómetros. Los trabajos se prolongaron hasta Sol 188.
Al día siguiente, tras una prueba de movimiento, avanzó 4 metros, en
dirección a su próxima meta, el afloramiento rocoso “Axel Heiberg” a
unos 18 metros de distancia. En Sol 190 se movió otros 3,4 metros,
tomando imágenes infrarrojas de su camino. En Sol 191 el recorrido fue
de 5 metros más.
Sería en Sol 192 cuando alcanzó “Axel Heiberg”. Los ingenieros tuvieron
que examinar el fallo de un calentador en el mástil de la cámara, que
ahora tendría que ser operado sólo cuando las temperaturas fueran un
poco más elevadas (no por la mañana). Ya en Sol 194 se inició la
observación de un punto concreto de “Axel Heiberg”, que incluyó
practicar un agujero, aunque éste se realizó a unos 6 cm del lugar
previsto, un error excesivo.
Durante los siguientes días prosiguieron las observaciones en este
punto, de una estructura llamada “Sermilik” y de otro denominada
“Jiffypop”. En Sol 199 se detectó un nuevo problema. La herramienta de
abrasión se había encallado. La telemetría y las imágenes demostraron
que algunos restos se habían encajado en el mecanismo.
En Sol 201, el Opportunity se movió unos 12 metros, hacia una especie de
duna. Al día siguiente avanzó otro metro, con mucha precaución, para
evitar inoportunos deslizamientos. El terreno resultó ser demasiado
complicado, de modo que se decidió regresar hacia “Axel Heiberg” y otro
objetivo llamado “Ellesmere”. Se recorrieron unos 14 metros, a unos 3
metros a la izquierda de lo previsto.
En Sol 204, el Opportunity se movió 6 metros hacia “Shag”, en un lado de
la roca “Ellesmere”, luchando contra el terreno deslizante. En Sol 205
se decidió no examinar “Shag” sino “Auk”, al otro lado de “Ellesmere”,
de mayor interés científico. El robot avanzó 1,6 metros hacia él. En Sol
206 se completó el acercamiento, aunque el vehículo quedó frente a una
roca no menos interesante bautizada como “Escher” y que bien merecía la
pena estudiar.
En Sol 208, el Opportunity volvió a moverse hacia “Escher”, para después
utilizar sus instrumentos con esta roca. Las siguientes dos jornadas
estuvieron dedicadas a recargar las baterías y a mostrar
fotográficamente el estado de la herramienta de abrasión, que apareció
ya libre de obstáculos. La piedrecita que impedía su movimiento había
caído.
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