Home / Ultimas Noticias

Archivo Noticias de la Ciencia y la Tecnología.

Archivo Noticias del Espacio

Contacto

 


 

Suscripciones (público/email)

Boletín Noticias de la Ciencia y la Tecnología

Boletín Noticias del Espacio

Boletín Noticias de la Ciencia y la Tecnología Plus

Suscripciones (servicios a medios)

Reproducción de contenidos en medios comerciales

Recuerda: suscríbete a nuestros boletines gratuitos y recibe cómoda y semanalmente las noticias en tu dirección electrónica.

Neurología
La Insospechada Utilidad de los Movimientos Microsacádicos de los Ojos
25 de Marzo de 2009.

Foto: F. J. Verheijen/J. Modern Optics, 1961, Taylor & Francis GroupNuestros ojos están en constante movimiento. Incluso cuando intentamos mirar fijamente a un punto estacionario, nuestros ojos saltan y bailotean imperceptiblemente. Aunque estos movimientos inconscientes (conocidos como movimientos microsacádicos), han sido considerados durante mucho tiempo como meros "ruidos de la maquinaria", unos investigadores en el Instituto Salk para Estudios Biológicos han descubierto que eso no es así.
Menéame

En realidad, los movimientos microsacádicos son controlados activamente por la misma región cerebral que ordena a nuestros ojos que exploren las líneas de texto en un periódico o que sigan a un objeto móvil. Esto implica que son causados por diminutas fluctuaciones en la forma en que esa maquinaria cerebral interpreta a dónde queremos mirar.

Estas conclusiones aportan una nueva perspectiva sobre la importancia de estos movimientos en el funcionamiento de la visión normal.

Richard Krauzlis, profesor en el Laboratorio de Neurobiología de Sistemas del Instituto Salk, llevó a cabo el nuevo estudio junto con Ziad Hafed.

Anteriormente se había dedicado mucho esfuerzo para deducir cuáles de los movimientos de fijación del ojo contribuyen a nuestra visión, pero nadie, hasta ahora, había hurgado en el mecanismo neuronal que genera estos movimientos.

Preguntándose si el centro de control responsable de generar los movimientos de fijación del ojo reside dentro de la misma estructura cerebral que está a cargo de la tarea de iniciar y dirigir los movimientos voluntarios del ojo, normalmente bastante más amplios, los investigadores decidieron medir la actividad neuronal en el colliculus superior antes y durante los movimientos microsacádicos.


No sólo descubrieron que el colliculus superior es una parte importante del mecanismo neuronal que controla los movimientos microsacádicos, sino que también constataron que las neuronas individuales en esta zona del cerebro son altamente específicas en cuanto a qué dirección y amplitud de movimiento microsacádico controlan, es decir, si, por ejemplo, entre otras cosas, lo hacen a la derecha o hacia abajo, o en un trazado oblicuo.

Los investigadores del Instituto Salk, en colaboración con Laurent Goffart, del Instituto de Neurociencias Cognitivas del Mediterráneo en Marsella, Francia, también desactivaron temporalmente un subconjunto de neuronas del colliculus superior y analizaron los cambios resultantes en los movimientos microsacádicos. Descubrieron que se requiere de un colliculus superior completamente funcional para generar movimientos microsacádicos normales.

Como las imágenes en la retina se desvanecen de la vista si se estabilizaran a la perfección, la generación activa de esos movimientos oculares, por parte del sistema nervioso central, permite que tales movimientos cambien constantemente la escena de manera muy sutil, renovando las imágenes que inciden sobre nuestra retina y logrando impedir que quedemos temporalmente "ciegos". Cuando las imágenes empiezan a desvanecerse, la incertidumbre de hacia dónde mirar incrementa las fluctuaciones en la actividad del colliculus superior, provocando un nuevo movimiento microsacádico.

Información adicional en:

Copyright © 1996-2009 Amazings.com. All Rights Reserved.
Todos los textos y gráficos son propiedad de sus autores. Prohibida la reproducción total o parcial por cualquier medio sin consentimiento previo por escrito.
Logos originales  por Gloria García Cuadrado y Daniel González Alonso, 1998