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Astrofísica
Las Nubes de Polvo de las Que Se Formaron la Tierra y Otros Mundos Eran Más Densas de lo Creído
11 de Agosto de 2008.

Foto: Carnegie I.Los niveles de sodio más elevados de lo previsto que han sido encontrados en un meteorito de 4.600 millones de años de antigüedad sugieren que las nubes de polvo de las cuales se formaron los bloques de construcción de la Tierra y los planetas vecinos eran mucho más densas que lo supuesto previamente.
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Conel Alexander y Fred Ciesla del Departamento de Magnetismo Terrestre del Instituto Carnegie, junto a sus colegas Jeffrey Grossman del USGS (U.S. Geological Survey) y Denton Ebel del Museo Americano de Historia Natural, analizaron el contenido de sodio en los granos de objetos llamados "cóndrulos" procedentes del meteorito de Semarkona, que cayó en la India en 1940.

El meteorito de Semarkona, como el resto de los meteoritos ricos en cóndrulos (meteoritos conocidos como condritas), data de los primeros tiempos de la formación del Sistema Solar. Sin embargo, a diferencia de la mayoría de los otros, sus componentes han permanecido relativamente inalterados por el calor y los cambios químicos durante más de cuatro mil millones años desde su origen, convirtiéndolo en una importante ventana a la historia temprana del Sistema Solar.

Los cóndrulos, que componen entre el 20 y el 80 por ciento del volumen de las condritas, son objetos redondos, de tamaño milimétrico, hechos de vidrio y cristales. Se piensa que los cóndrulos se formaron por el calentamiento muy súbito y pronunciado del polvo del Sistema Solar primigenio.


Basándose en los tipos de minerales encontrados en los cóndrulos, los científicos han determinado que se formaron a temperaturas de hasta unos 2.000 grados Celsius. La fuente de esta alta temperatura, que habría afectado a extensas áreas de polvo, es desconocida. Se esperaba que el calor habría evaporado muchos de los elementos químicos volátiles, tales como el sodio, dejando a los cóndrulos sin estos elementos, pero en los análisis químicos hechos por el equipo de investigación se encontró que los cóndrulos del meteorito de Semarkona, asombrosamente, contaron con una gran abundancia de sodio entre los "ingredientes" de los que se formaron, indicando ello que no fue eliminado en el proceso. En lugar de eso, permaneció a niveles casi constantes durante la formación del cóndrulo.

Los investigadores determinaron que, para que las gotitas fundidas que formaron los cóndrulos permanezcan como sistemas cerrados y conserven esos niveles constantes de sodio, la nube de polvo inicial tuvo que haber sido mucho más densa que lo supuesto previamente. Si las gotitas estuvieran lo bastante apretadas unas contra otras, entonces el vapor del sodio en los espacios entre ellas alcanzaría un punto de saturación y esto evitaría una evaporación adicional.

Para alcanzar esta condición, la densidad de polvo en las regiones de formación de cóndrulos en el Sistema Solar temprano tuvo que ser de al menos unos 10 gramos por metro cúbico, y posiblemente mucho más. Esto es al menos 100 veces más que las densidades consideradas por los modelos anteriores de formación de cóndrulos, los cuales habían asumido, como máximo, densidades de sólo una décima de gramo por metro cúbico y normalmente bastante menos.

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