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Paleontología
El Cerebro del Pterosaurio
6 de Noviembre de 2003.

Foto: Kyle McQuilkin and Ryan Ridgely, Ohio UniversityAlgunas veces tan grandes como una avioneta, los pterosaurios, los primeros vertebrados que volaron durante la edad de los dinosaurios, eran a pesar de todo animales que se desplazaban por el aire con gran facilidad. Un nuevo estudio sugiere que un cerebro y una estructura del oído interno especializados lo hicieron posible.

Los pterosaurios, llamados popularmente pterodáctilos, poseían un sistema neuronal complicado (mucho más que el de los actuales reptiles) que les permitía hacer un uso apropiado de sus grandes alas y adaptarse perfectamente a un estilo de vida aéreo. Gracias a esta adaptación, podían detectar a un pez en el agua, lanzarse sobre él coordinando sus movimientos y capturarlo con éxito.

Unos 100 millones de años después, un grupo de científicos liderado por Lawrence Witmer, de la Ohio University, en Estados Unidos, ha averiguado cuál era su secreto. Utilizando alta tecnología de imágenes mediante rayos-X, examinaron cráneos fósiles de estos animales largo tiempo extinguidos, intentando describir la neuroanatomía responsable de su control de vuelo y de su facilidad en la localización de presas.

Los investigadores analizaron dos cráneos pertenecientes a especies distintas de pterosaurios. Con la información, navegarían “virtualmente” a través de la cavidad cerebral para estudiar las regiones responsables de la coordinación de movimientos, de observación del entorno y de “estabilización de la visión”, una necesidad para los cazadores aéreos.

Las especies examinadas fueron el Rhamphorhynchus muensteri, procedente de las formaciones jurásicas alemanas, y el Anhanguera santanae, encontrado en los depósitos del cretácico en Brasil. A diferencia del primero, el Anhanguera era cuadrúpedo, y debía utilizar sus extremidades delanteras para apoyarse en tierra.

Utilizando tomografía axial computarizada (TAC) de rayos-X, se observaron las cámaras craneales de ambas especies. Con dicha información se alimentó después una biblioteca digital llamada DigiMorph, ideada para desarrollar visualizaciones en 2 y 3 dimensiones de animales, tanto vivos como extinguidos.

Los científicos encontraron diferencias entre las redes vestibulares de los dos cráneos. Por ejemplo, en la orientación del “laberinto óseo” en relación al eje largo del cráneo. En efecto, la orientación de los canales semicirculares, que ayudan al cerebro a determinar las direcciones, ritmos de aceleración adecuados y a mantener el equilibrio, sugieren que el Rhamphorhynchus mantenía la cabeza nivelada durante el vuelo, mientras que el Anhanguera la mantenía mirando hacia abajo en todo momento. A pesar de todo, ambos tenían un sistema de canales semicirculares mucho más desarrollado que los pájaros actuales.

También un lóbulo del cerebelo, llamado flocculus, se muestra mucho más desarrollado. Esta estructura tiene importantes conexiones con el aparato vestibular, y con los músculos oculares y del cuello, ayudando a estabilizar y afinar la imagen de la presa en la retina. Podría también haber estado conectado a la membrana que recubría el ala, aportando información sobre la orientación del cuerpo frente a las fuerzas aerodinámicas. El flocculus ocupaba un 7,5 por ciento de la masa total del cerebro en los pterosaurios examinados, mientras que en los pájaros actuales sólo ocupa un 2 por ciento o menos.

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