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Zoología
Las Lágrimas de Cocodrilo Son Reales
2 de Noviembre de 2007.

Foto: University of FloridaCuando alguien trata de aparentar llorando un dolor que no siente, decimos que sus lágrimas son de cocodrilo, una frase procedente de un viejo mito según el cual esos animales lloran mientras comen. Ahora, una investigación ha concluido que los cocodrilos realmente lloran mientras se dan un banquete, pero por razones fisiológicas, no porque quieran aparentar que sienten remordimientos de conciencia.
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El zoólogo Kent Vliet, de la Universidad de Florida, observó y filmó cuatro caimanes y tres aligátores cautivos, ambos parientes cercanos del cocodrilo, mientras comían en tierra seca en las instalaciones del criadero de aligátores de St. Augustine, en Florida. Encontró que cinco de los siete animales lloraban al comer.

D. Malcolm Shaner, profesor clínico de neurología en la Universidad de California, Los Ángeles, coautor del estudio, investigaba un síndrome relativamente raro asociado con la parálisis facial humana que causa que quienes lo tienen lloren mientras comen. Quería saber si el término médico general del síndrome, lágrimas de cocodrilo, tenía alguna base en la realidad biológica. Eso marcó el inicio de la investigación junto a Vliet.

Shaner y Vliet encontraron numerosas referencias a lágrimas de cocodrilo en libros publicados desde cientos de años atrás hasta el presente.

El término podría haber ganado gran popularidad como resultado de cierto pasaje de uno de los libros, "The Voyage and Travel of Sir John Mandeville", publicado originalmente en 1400 y ampliamente leído.

Shaner y Vliet también encontraron referencias al llanto de los cocodrilos en la literatura científica, pero, según explican, resultaban contradictorias o confusas, por decirlo suavemente.

Un científico, trabajando a principios del siglo pasado, decidió tratar de determinar si el mito era cierto restregando cebolla y sal en los ojos de cocodrilos. Como no rompieron a llorar, concluyó erróneamente que era falso.

El problema con esos experimentos era que no se examinaba a los animales mientras comían. Vliet decidió hacer sus propias observaciones.


En el mito, los cocodrilos a menudo derraman sus lágrimas mientras se comen a los humanos. Sin embargo, obviamente los investigadores no podían alimentar a los cocodrilos con personas.

Para el caso, bastaría con el alimento que normalmente se les da a esos animales en el criadero de aligátores de St. Augustine. Vliet decidió observar aligátores y caimanes, en lugar de cocodrilos, porque son entrenados en la granja para comer en tierra seca. Eso resulta crítico para ver el lagrimeo, porque en el agua los ojos de los animales estarían mojados de cualquier manera.

Los guardianes de la granja no entrenan a los cocodrilos para comer en tierra porque son muy ágiles y agresivos. Pero Vliet está seguro de que tendrían la misma reacción que los aligátores y caimanes, dado que éstos están estrechamente relacionados con los cocodrilos.

Qué provoca la aparición de las lágrimas es aún un misterio. Vliet cree que podrían presentarse como resultado de los bufidos y jadeos de los animales, una conducta que acompaña frecuentemente a su alimentación. El aire forzado a través de ciertas cavidades craneales podría mezclarse con las secreciones de las glándulas lagrimales de los cocodrilos, descargándose en el ojo. Pero una cosa resulta segura: no lloran por remordimientos de conciencia, sean reales o fingidos.

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