FIORELLA TERENZI:
LA
MELODIA DEL COSMOS

Cánticos de una lejana galaxia llegan a nuestro planeta de la mano de una excepcional compositora y astrofísica italiana cuya exquisita sensibilidad y amor por el Universo que nos rodea vienen plasmados en su obra, entrelazando sus dos especialidades - la científica y la musical - con el fin de transmitirnos sus dos grandes pasiones.

Fiorella ha sido definida por algunos como un cruce entre Madonna - por su provocativa belleza, raras veces conjugable con una excepcional inteligencia como la que Fiorella posee según ya trasnochados estereotipos machistas que por desgracia aún subyacen en ciertos ambientes y países - y Carl Sagan, por su labor en el terreno científico, especialmente por sus esfuerzos en pro de la divulgación de las ciencias del cosmos para el gran público, como demuestran sus conferencias y actuaciones, donde arte y ciencia, entretenimiento y saber, se combinan de forma magistral a fin de despertar en el público el interés por el universo que nos rodea y contiene.

La afición a las estrellas de Fiorella se remonta a su primera infancia, cuando contaba cinco o seis años de edad. Su abuela solía llevarla a contemplar las estrellas y ambas conversaban sobre temas relativos al universo en las noches estivales. Asimismo, sus aficiones musicales se desarrollaban en el coro de la iglesia de su ciudad natal. Posteriormente Fiorella cursaría sus estudios universitarios en régimen diurno, en la Universidad de Milán, doctorándose en Ciencias Físicas, en las especialidades de Astrofísica y Radioastronomía, y sus estudios musicales - composición musical, ópera y piano - en el Conservatorio Di Musica Verdi de la misma ciudad, en horario nocturno.

Al tiempo que preparaba su doctorado en Astrofísica, Fiorella tuvo la oportunidad de conocer algunos de los observatorios más importantes del mundo, entre ellos el mayor radiotelescopio del planeta, el de Arecibo, en Puerto Rico. Su curiosidad natural y su afán de investigación la llevarían a explorar el cosmos con el fin de encontrar algún fenómeno inusual, con la ayuda de la avanzada tecnología de dichos observatorios y sus sofisticadísimos ordenadores. Cuando se cruzó en su camino la galaxia UGC-6697, situada a unos 180 millones de años-luz de la Tierra, una compleja galaxia espiral con una compañera que la orbita como resultado de una colisión, Fiorella encontraría en ella una peculiarísima fuente de inspiración, tanto para su trabajo científico como para desarrollar su creatividad en el terreno musical.

Al terminar su carrera de Ciencias Físicas, Terenzi se dedicó a la enseñanza de las matemáticas y la física, antes de embarcarse para América, donde realizaría unas investigaciones en el Laboratorio de Audio Investigación por Ordenador (Computer Audio Research Laboratory), en la Universidad de California San Diego (UCSD). En el transcurso de dichas investigaciones se le ocurrió cómo combinar sus dos especialidades, la música y la ciencia, al desarrollar ciertas técnicas que le permitían convertir las ondas de radio recibidas en la Tierra desde distantes galaxias en sonidos audibles para el oído humano, en una peculiar utilización de la Audioastronomía. A partir de estas señales recibidas por los radiotelescopios terrestres, y tras una paciente labor de selección de los sonidos más idóneos, combinándolos de manera adecuada, consiguió crear una música auténticamente cósmica e innovadora para delicia de los amantes del género.

La doctora Terenzi publicaría el resultado de sus esfuerzos en su primer CD Music from the Galaxies, bajo el sello de Island Records. Sin embargo, no fue nada fácil elaborar este álbum, obtener música a partir de las radioemisiones cósmicas. Cada segundo de la grabación exigió de ocho a nueve horas de procesamiento informático de cada señal recibida, requiriendo además una tecnología muchísimo más compleja que la usualmente disponible para grabaciones musicales convencionales. Para conseguir este álbum Fiorella, en una primera fase, hizo acopio de numerosas lecturas de la galaxia UGC-6697 desde diversos observatorios astronómicos del planeta, trabajando con los mayores radiotelescopios disponibles, para en una segunda fase hacer audibles las señales recogidas registrándolas digitalmente, procesándolas a una frecuencia audible y trasladándolas a un osciloscopio que generaría el sonido correspondiente a cada señal. Fiorella utilizó la workstation VAX del Centro de Experimentación Musical de la Universidad de San Diego, además del paquete de software CMUSIC para síntesis de sonido, a fin de convertir las emisiones que había archivado procedentes de UGC-6697 en información digital de audio, almacenándolas en DAT, disco duro y otros formatos convencionales. En una última fase, Fiorella escucharía diversas horas del sonido así conseguido, con el fin de realizar una adecuada selección y combinación de los fragmentos más idóneos, y con su Atari Mega-4 y el programa Notator daría forma definitiva a sus piezas musicales.



Además de este especialísimo álbum que nos trae ecos de una lejana galaxia, Fiorella ha preparado un programa de astronomía en formato CD-ROM, Invisible Universe, en el cual nos proporciona información, imágenes y videos sobre el universo, junto con su imaginativa música, en esta ocasión incluyendo sonidos de los anillos de Saturno y otras galaxias del espacio profundo. El universo que la doctora Terenzi nos enseña es precisamente aquél más allá de nuestros ojos, el que no vemos a simple vista, y su presentación es a la vez instructiva y amena. Por ejemplo, podemos contemplar cómo una supernova explota, una nebulosa enorme desplegando su espectacular belleza en el cielo nocturno, cómo estrellas y planetas vibran en frecuencias que se hallan más allá del ojo y oído humanos, podemos pasearnos por la galaxia de Andrómeda, visitar Centauro, ver la evolución de las estrellas y agujeros negros, e incluso acercarnos a lo que pudo ser el Big Bang, el origen del Universo tal como lo conocemos, además de contener mapas estelares, e incluso algunos poemas leídos por astronautas, científicos y diversas celebridades, todo ello acompañado de una música espectral, cósmica, que parece proceder de las profundidades más recónditas del espacio sideral. En definitiva, este CD-ROM es una magistral combinación de arte y ciencia cuya visión sin duda pretende transformar el cielo nocturno dándole una nueva dimensión a los ojos de los aficionados de todas las edades.

Además de lo comentado, la doctora Fiorella Terenzi ha participado en la banda sonora del video de Thomas Dolby Gate To the Mind's Eye. La doctora Terenzi también dispone de su propia página Web, que por cierto ha sido premiada por su calidad indiscutible, y ha escrito un libro, I Hear the Universe Singing (Avon, Spring), en el cual la autora acerca el universo a nuestra vida diaria. Fiorella Terenzi ha participado en numerosas conferencias sobre tecnología multimedia, como por ejemplo Intermedia, Digital World, y Digital Hollywood. Asimismo se han escrito diversos artículos sobre ella y su labor científico-musical en Time, Glamour, The Wall Street Journal, su imagen ha aparecido en la cubierta de Mondo 2000, y en la cadena televisiva americana de la CNN. Su participación en conferencias y paneles de discusión diversos, en televisión y planetarios, en América, Europa y Japón, siempre incluye una magistral combinación de arte y ciencia con el fin de despertar en el público esta fascinación por el cosmos que Fiorella desea transmitirnos, para hacernos conscientes del universo en el que nos hallamos inmersos.

Respecto a otros proyectos musicales, esta versátil mujer ha pensado en utilizar las emisiones de un púlsar (cuerpo celeste cuyas características le sitúan en un punto intermedio entre las de una estrella y las de un agujero negro) en su peculiar modo de hacernos llegar la siempre cambiante e inacabable melodía del cosmos. Es de esperar que esta polifacética artista y científica continúe contribuyendo a la labor de abolir la frontera que tradicionalmente se ha impuesto entre el Arte y la Ciencia, además de abrirse camino en dos campos que hasta hace poco han sido el coto vedado masculino por excelencia, en especial todo lo referente a la tecnología y la música electrónica, campos éstos en que las mujeres rara vez aparecen, o si lo hacen, suele ser de forma esporádica, puntual o muy poco considerada por los medios de comunicación y el gran público en general. La Dra. Fiorella Terenzi es en este sentido un claro ejemplo a seguir y una muestra inestimable de lo que el talento y el tesón pueden conseguir si nos lo proponemos.

Por: Montse Andreu.






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