ENYA:
Cuando los Sueños son Música


En ocasiones surgen en el panorama musical pequeñas o grandes maravillas que nos transportan a otros mundos tal vez de ensueño, románticos, etéreos, mágicos. Este es el caso de una gran artista, Enya, quien en sus aproximadamente catorce años de carrera en solitario (dieciséis, contando sus dos años en la banda Clannad) ha logrado un éxito sin precedentes con cada uno de los CDs que ha publicado: 8 millones de copias se vendieron de su álbum Watermark (1988), consiguiendo el disco de platino en 14 países, seis veces en Australia y dos en Noruega; asimismo vendió otros 8,5 millones de copias de Shepherd Moons (1991), ganando con éste un disco de platino en 18 países, ocho veces en Taiwan, cuatro en España y dos en Japón. Por no mencionar las veces que ha estado en las listas de éxitos de numerosas emisoras de radio en todo el mundo y su creciente popularidad internacional, como demuestran los casi veinte millones de copias que ha vendido a lo largo de su trayectoria.

Pero, ¿cuáles fueron sus inicios, cómo se desenvolvió su exitosa carrera? Enya, como es artísticamente conocida, nació en Gweendore, en el condado de Donegal, al noroeste de la República de Irlanda, el 17 de Mayo de 1961, con el nombre de Eithne Ni Bhraonain. La sexta de nueve hermanos, tras abandonar la escuela se dedicó a estudiar música clásica. Siendo su lengua nativa el gaélico, en 1980 se unió a sus hermanos Maire, Pol, y Ciaran en el grupo Clannad, con quienes realizó diversas giras por Europa y grabó dos álbumes, ocupándose de los teclados y voz. Sin embargo, en 1982, abandonó la formación, ya que solía quedar relegada, lo cual no le permitía expresar su genio creativo como deseaba. Entonces se uniría a su productor, Nicky Ryan, quien también había dejado la banda por aquellas fechas, y formó equipo con éste y su mujer Roma.

La carrera de Enya en solitario se iniciaría gracias a David Puttnam, quien le encargó que escribiera la música para su película The Frog Prince ("El Prícipe de las Ranas"). Aunque tan sólo dos de sus composiciones serían utilizadas, este hecho le supuso cierto reconocimiento en los círculos adecuados. Cuando la BBC decidió hacer su serie televisiva The Celts ("Los Celtas") en 1986, Enya fue elegida para componer la música de la serie, y la banda sonora fue publicada en 1987, aunque entonces no lograría mucho eco en la lista de los 100 mejores discos del Reino Unido. No obstante, sí atraería la atención de Rob Dickins, entonces director de Warner Music UK, con quien Enya firmaría su contrato cuando estaba a punto de hacerlo por otra discográfica. Dickins decidió hacer de puente entre su genio creativo y la industria discográfica en cuanto percibió las enormes posibilidades que Enya tenía que ofrecer. De este modo se publicaría su primer single en solitario, Anywhere Is. Tras alcanzar las listas de popularidad británicas, ello llevó a la grabación del álbum Watermark, con el cual cosecharía un éxito instantáneo, en especial cuando una de sus canciones, Orinoco Flow, se convirtiera en el primer single que la llevó al Número Uno en muchos países.

La popularidad internacional de Enya se ha visto espoleada por su trabajo en televisión y en el mundo de las bandas sonoras para películas. Aparte de su banda sonora para la serie de la BBC, Los Celtas, también ha compuesto música para películas, como por ejemplo La Edad de la Inocencia, de Scorsese, o la protagonizada por Tom Cruise, Far And Away. Enya reconoce que el hecho de haber iniciado su carrera en solitario componiendo temas para películas la ha llevado a plantearse todas sus composiciones como temas diversos, puesto que su música puede crear un paisaje y un estado de ánimo muy definido con cada composición. Componer música para películas es una actividad en la que ha disfrutado, y espera poder volver a entrar en este campo.

Posteriormente Enya ha ido publicando nuevos álbumes tan exitosos como Watermark: Shepherd Moons, y su reciente The Memory of Trees, ambos en la misma línea melódica, romántica, etérea, donde la sensual voz de Enya combina perfectamente sus raíces celtas y las infinitas posibilidades que los instrumentos electrónicos aportan a un todo armonioso, relajante, sutil, lleno de misterio y ensueño, entretejiendo una música perfectamente encuadrable en el ámbito de las músicas alternativas, y cuya magia atrae a una amplia gama de público de todas las edades. Como siempre, su último album también contiene temas cantados en latín, español, gaélico e inglés, así como piezas a piano de corte reflexivo, y otras grabadas en múltiples pistas, de tipo clasicista al estilo de la nueva era, utilizando para ello fragmentos eminentemente instrumentales que parecen tener ciertos toques orientales, así como voces cristalinas, elemento éste que la encuadra en el estilo tradicional irlandés de sus raíces. Según Enya, cuando se embarca en un nuevo proyecto, no tiene en realidad un plan definido, sino tan solo algunas ideas musicales que va desarrollando a posteriori, y utiliza el idioma que cree más adecuado en cada momento, cuándo y cómo le apetece. Su álbum The Celts fue reeditado en 1992, alcanzando el número 10 en las listas británicas.



Actualmente residente en Killiney, cerca de Dublín, Enya tiene su propio estudio, especialmente diseñado y construído para ella, en el suburbio dublinés de Dalkey. Si Enya decidió situar su estudio en esta tranquila localidad fue precisamente por el silencio del que puede gozar en este escenario ideal, frente a las montañas de Wicklow, con su impresionante paisaje. Como la misma Enya admite, este silencio es precisamente lo que necesita para concentrarse en sus composiciones.

Tal vez sea por su afán de perfeccionismo, pero lo cierto es que jamás ha colaborado con otros artistas fuera de su círculo (con la excepción de Nicky y Roma Ryan), ni ha actuado en directo, a pesar de provenir de una familia de intérpretes de música tradicional ancestralmente vinculada a las raíces folklóricas de su nación, ni - aparte del reeditado álbum The Celts - ha publicado tampoco ninguna recopilación de material anterior, ni ha editado ninguna antología de material inédito como tantos otros artistas suelen hacer. Enya sólo suele componer las piezas que aparecen en sus álbumes, ni más ni menos, y suele ser ella misma quien interpreta los diversos instrumentos utilizados en sus composiciones, lo cual significa que cada álbum le lleva largo tiempo para su elaboración. Por ejemplo, tardó casi dos años en publicar su último álbum, The Memory Of Trees. Sin embargo, parece ser que últimamente Enya se está planteando una eventual actuación en directo, tal vez movida por su popularidad. Nicky Ryan, experto ingeniero de sonido, afirma que Industrial Light & Magic - la compañía del director de La Guerra de Las Galaxias George Lucas, quien asimismo es un entusiasta fan de Enya, ha ofrecido algunas ideas sobre cómo presentar a Enya en directo. Aun así, y si bien Enya se ha mostrado interesada, su cautela en este sentido todavía no ha permitido llegar a acuerdos concretos en este tema, pese a que las negociaciones para una posible aparición en directo han estado desarrollándose desde la publicación de su álbum Shepherd Moons. Si bien sería de desear tan esperado acontecimiento, puesto que algunos conciertos en directo posiblemente beneficiarían su imagen, todavía no hay nada claro, y por ahora en ciertos ambientes Enya es considerada como un producto eminentemente de estudio centrado en los estilos de Nueva Era.

Por: Montse Andreu.


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